Homenaje a mi padre

Hace ya unos años, tal día como hoy, me encontraba yo en la clausura de las escuelas deportivas de mi pueblo mientras mi padre pasaba una tarde soleada en busca de agujas. Era el mes de enero, conocido por todos los spinners como tiempo de grandes robalos y nadie y menos mi padre esperaba que sucediera lo que sucedió. Eran las 7 de la tarde cuando le dijo a un compañero con el que estaba pescando que el se marchaba, que iba a coger un robalo a la punta que se veía en frente, ya que las agujas no comían muy bien, tan solo 2 en toda la tarde. El compañero se reía de el y le decía que estaba loco, pero mi padre tomo rumbo a la punta. Lega allí, aparca y el mar impecable para ellas, baja al pedrero, primer lance, chivo artesanal de toda la vida de 100 gramos, ni tirón, segundo lance, un par de vueltas a la manivela y... ZAS!!! parón en seco y la caña se empieza arquear, mi padre no se lo creía, haí estaba el robalo que le dijera al otro y no parecía pequeño.
Tras una dura lucha de varios minutos nada fácil, pues iba con una caña teléscopica vieja y con un carrete Herculy sin rodamientos ni freno, ya os podeís imaginar la espectacular lucha hombre-pez, mi padre ve aboyar un gran robalo, pero empezaba el peligro, el primer escollo el saliente del pedrero, pero con habilidad mi padre logra bordear el saliente y colocarlo en un lugar por el que subía una pequeña rampa en la cual con ayuda de una ola logra varar semejante bicho, 7,500 kg de robalo puro y duro, no era muy largo pero si gordo.
Siguió lanzando y lanzando pero sin obtener resultado alguno, raro pues suelen decir que cuando pillas un robalo, este no suele andar solo, sino en pareja.
8:30 suena el telefonillo. "Adri baixa unha tina", dice mi padre, yo (bromeando): " e logo ¿cargaches de agullas ou? jejeje, así que bajo. Llego al coche y me dice: "non te asustes e que atropellei un jabalí cando viña pa casa que se me cruzou no camiño e non o iba deixar alí", así que cojo y abro el maletero. Cuando veo aquel pedazo bicho teníais que haberme visto la cara y la expresión de alegría que se debió de oír en todo el pueblo jejeje.
Antes de poneros algunas fotos del lubinón, en las cuales no aparenta lo mismo que en la realidad, ya aviso, quería dedicarle esta entrada a mi padre, una persona a la que le debo todo, el me enseñó todo lo que sé en el mundo de la pesca y a el le debo toda mi vida, así que Muchas Gracias papá.
y, ahora si, las fotos

Espero que algún día yo también tenga la oportunidad de capturar semejante bicho y que el pueda verlo, igual que yo vi capturar el suyo.

PD: Pocos días después teníais que ver la cara de tonto que se le quedó al que estaba con mi padre a las agujas cuando vio la foto de semejante bicho, no se lo creía y va mi padre y le suelta todo sobrado: "ves, xa che dixen que iba pillar un robalo" jajaja

Saludos y buena pesca a todos.